Dios lo ve y conoce todo. Él nos conoce realmente, mucho más profundamente de lo que nosotros mismos nos conocemos. Es más, nuestra propia visión acerca nuestro está totalmente errada, aunque no seamos capaces de reconocerlo y entenderlo. Y entonces Dios irrumpe para decirnos ¡Estás equivocado! Vivimos en un mundo engañoso, que nos vende la mentira como si fuera verdad, la muerte como si fuera vida, las tinieblas como si fueran luz, donde a lo bueno se llama malo, y a lo malo bueno. Ese engaño es sutil, y a menudo infecta lentamente la vida de los cristianos, aún de los genuinos. Una vez que se introdujo en el creyente, éste engaño es llevado solapadamente a la Iglesia, y pronto una congregación entera puede estar pensando de manera totalmente errada acerca de sí misma. Esto le ocurrió a una de las Iglesias a las cuales Juan dirigió una de sus cartas. En Sardis, la congregación se jactaba de fama y vida, pero Jesús le revela la realidad se su situación. Sin embargo, el Señor le tiende su mano con instrucciones que le ayudarán a salir de su ceguera espiritual. Éstas mismas instrucciones se aplican a cada Iglesia hoy ¡Y también se pueden aplicar a tu vida! Escucha éste mensaje con oración y humildad, descubre si tu visión sobre ti mismo es correcta ¡Y pon en práctica lo que Jesús te dice para ser un creyente vivo!